Liberalismo Económico = Shock de Oferta + Deflación

jueves, agosto 24, 2006

 


Para los “entendidos”, hablar de Liberalismo es generalmente referirse al clásico lema del “laissez faire” dejar hacer y dejar pasar, más sin embargo habría que denotar que ésta definición peca de ingenua, porque les da muchos flancos libres a los enemigos de la libertad para ridiculizar y hasta proscribir cualquier idea que suene a economía de mercado, capitalismo o libertad.
El asumir cierta posición ideológica sobre como debe marchar y organizarse la sociedad para superar los ingentes problemas que se generan, presume pensar que se va estar siempre mejor que peor, pues nadie va defender una posición política o económica si a sabiendas sabe que va estar peor, por mas testarudo que sea el error, el defensor de un sistema de ideas creerá siempre que estará mejor si se siguen sus recomendaciones que si se obvian.
Dicho esto, podemos empezar a describir lo que da título a éste artículo, empezaremos señalando que lo constante en el mundo a través de la historia ha sido la miseria no así la riqueza, el colectivismo al individualismo, la violación de derechos al respeto de los mismos, la esclavitud a la libertad y por último el retroceso al progreso.
Hay un punto o mejor diría yo un hito dentro de la historia de la humanidad que hace que esa contrariedad de términos mencionados líneas arriba se equilibren primero y enseguida que los últimos superen ligeramente a los primeros.
Este es el descubrimiento del modo de producción capitalista y sus instituciones que a decir de Henry Hazzlitt son 5 las cuales señalo a continuación:
Propiedad Privada, Mercados Libres, Competencia, División del trabajo y Cooperación Social.
Estas instituciones que señalo no son producto de la invención de ningún filósofo o economista, si no simplemente son el resultado de la Interrelación de los individuos y de su constante ensayo error a través de muchos siglos los que poco a poco los llevó a tomar nota de que siguiendo ciertos parámetros el progreso material venía de la mano y la prosperidad florecía en cada capa de la sociedad. Lo que muchos economistas y filósofos liberales hicieron fue, solamente poner por escrito lo que los hombres ya venían practicando. A su vez comenzaron explicando las características de estos fenómenos que se daban en la vida diaria, así también se dedicaron a dar recomendaciones para poder mejorar lo que ya producto de la experiencia se observaba que generaba progreso. Así:
La propiedad privada era defendida por Locke, ya que ésta permitía el progreso general de la sociedad, permitía a las personas tener un refugio donde poner en práctica todos sus esfuerzos y gozar a así mismo de los beneficios por el hecho de poder usufructuar los frutos de su invento, trabajo o lo que le perteneciera, además de permitirle ejercitar una de las virtudes más dignas del ser humano la cual es la generosidad, pues no hay mayor satisfacción que socorrer a un amigo en necesidad dándole algo que nos ha costado a nosotros mismos y no dando algo que no nos pertenece, pues en ése caso no se ejercitaría la virtud.
La cooperación social permitía que personas tan disímiles y con intereses tan contrapuestos, colaboren sin darse cuenta en un proceso creativo de producción que a su vez repercutía en un bienestar para toda la sociedad mucho mayor y un bienestar individual superior a si hubieran trabajado solos, de ésta manera personas de lejanas distancias podían sin saberlo colaborar y ser parte de una cadena productiva que generaba bienes para ellos y que a su vez para muchos que ni siquiera tenían en mente la producción y menos aún el consumo de éstos bienes.
El Mercado libre proveía la libertad a los individuos de pactar libremente el intercambio de su propiedad al precio que desee cada uno de acuerdo a su específica y subjetiva estimación de uso del bien a obtener, echo que hacía que de acuerdo a los fines que se planteaba para su vida y su supervivencia los precios fluctúen día a día, pues las valoraciones de los hombres cambian a menudo y van desarrollando nuevos medios y descubriendo nuevos fines.
La División del trabajo proveía la especialización, de éste modo los individuos ya no se dedicaban a hacer todo lo que podían hacer, si no sólo hacían aquello que hacían mejor, pues así eran más productivos y podían prodigarse de mayores bienes vía el intercambio, así el productor de naranjas podía consumir manzanas sin haberlas producido y el productor de manzanas consumir naranjas sin haberlas producido, ya que producto de la división del trabajo surgía como consecuencia lógica la existencia de excedentes que permitían los intercambios.
La Competencia era el motor que hacía que los que se encargaban de producir los bienes para el consumo y para el intercambio, y que a su vez quisiesen obtener mayores beneficios, se esfuercen por reducir los costos de producción y diseñar nuevos procesos, inventar nuevas máquinas, y servir mejor a los que deseaban consumir sus productos, de ésta manera estos individuos, tenían como norma suprema que, para poder sobrevivir en la sociedad, tenían que servir de la mejor manera a sus semejantes, al precio más bajo y a su vez innovando en todo momento, pues nadie tenía segura la permanencia y el status dentro de la sociedad.
Si se ha entendido claramente éstos conceptos veremos que la lógica del desarrollo de la humanidad con éstas instituciones tendrían que ser obviamente una mayor cantidad de productos y servicios y con unos precios tendiendo a la caída en el tiempo, de allí el nombre de Liberalismo = shock de oferta con deflación, Shock de oferta por que el constante desarrollo de la humanidad requiere a su vez de muchos bienes en el mercado para satisfacer las innumerables necesidades de las personas, necesidades que de por sí no son estáticas, si no más bien dinámicas, lo que obliga a la constante innovación e introducción de productos nuevos al mercado, donde el consumidor final será el juez que determine quien se lleva las ganancias y además será quien decida quien se queda y quien se va. Si la demanda de bienes tiende a crecer por la constante aparición de nuevas necesidades, obviamente la oferta tiene que tener una respuesta ya que están presentes los incentivos para poder obtener beneficios empresariales, serán entonces pues los empresarios que detecten la manera correcta de cómo los individuos desean ser servidos, los que generarán un nuevo proceso productivo que a su vez arrastrará no sólo un sector económico si no varios, generando empleo directo e indirecto
Ahora, si a eso le sumamos que el progreso tecnológico tiene como efecto inmediato la reducción de los costos dentro de los procesos productivos, ya sea por invención de máquinas o de procesos intangibles, entonces toda empresa para poder vender mayor volumen, reduce sus costos, así, presionado además por la competencia, ofrece más productos, mejores y a Más bajos precios, lo que genera a su vez un ahorro en los consumidores que antes tenían que gastar una cantidad determinada en su supervivencia y ahora por la reducción de precios pueden ahorrar y dotar al sistema financiero de recursos para prestarlos a agentes deficitarios de capital para que estos realicen procesos productivos, y que luego el mismo sistema financiero se encargue de pagar la rentabilidad a los legítimos propietarios del capital y que éstos en un futuro también inicien Actividades empresariales y existan más empresas con más productos y con nuevas y específicas formas de satisfacer necesidades, de ésta manera se crea un circulo virtuoso.
Como puede observar el Liberalismo económico crea abundancia de bienes y servicios y a menos precio que otro sistema, por eso es un shock de prosperidad un shock de oferta y a menor precio en el tiempo es decir deflación, los 5 principios de Hazlitt aseguran y respaldan éstas afirmaciones.
Pero si la realidad nos muestra lo contrario, fácilmente podríamos colegir que estamos en la vereda opuesta pues vemos que lo que existe en nuestras economías es una reducción de la oferta de bienes y servicios con inflación, es decir menos bienes y menos servicios a mayores precios, entonces, amigo que lee éste artículo se dará cuenta que lejos de estar en una sociedad liberal a ultranza estamos más bien en una sociedad donde prima todo lo contrario, pues todo tiene causa y efecto, así hoy existen mercados restringidos, propiedad publica, regulación a la competencia, falta de especialización y división del trabajo en el ámbito de países e individuos y como corolario final, la cooperación social entre individuos de países está supeditada a tratados de libre comercio, antes que a la voluntad de las partes Interesadas en los intercambios.
Estamos lejos de un liberalismo económico pues como sabemos, “por sus frutos los conoceréis” no se recoge progreso material y abundancia de mercados restringidos y control estatal sino todo lo contrario.

César León Quillas
Economía – Universidad de San Marcos
Instituto de Libre Empresa
http://www.ileperu.org/

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