El Despotismo Ilustrado de Ollanta

EL despotismo ilustrado de OLLANTA

Por azares del destino me encontraba en la presentación del plan de gobierno del Comandante Humala , había llegado puntual sin saberlo yo , y ya que estaba allí , pensé poder encontrar al menos ideas sueltas de que cosa iba a hacer él y su proyecto nacionalista , si en un supuesto triunfo electoral llegara a la primera magistratura .
Ansioso, esperaba escuchar, cómo iba a hacer todo aquello que en las ultimas semanas manifestaba. Toda esa parafernalia de sectores estratégicos, nacionalismo, fundación de una segunda república etc. Todo lo que el humalismo y nacionalismo le habían venido ofertando al país los últimos meses.
A continuación Gonzalo García jefe del plan de gobierno, echaba pluma a sus dotes de orador y de agitador de mentes aprisionadas, exhortando y haciendo vibrar a la muchedumbre, para mi pesar yo comprobaba una vez más, ése hecho común y repetitivo de los peruanos y Latinoamericanos que les encanta los Mesías, siempre esperan que alguien haga por ellos lo que ellos mismos deben de hacer, y claro quien articule mejor ese discurso y esas promesas pues tiene asegurada la mayor ovación y un gran porcentaje de los votos.
Las ideas centrales versaban sobre la indignación del neoliberalismo, el hecho que éste sea el causante de todas las desgracias y miserias de nuestra sociedad , de que niños nazcan y no tuvieran un pan bajo el brazo, lo que me hacía a cada momento preguntarme, ¿Este señor va ser vicepresidente? , Debe ser que sus conocimientos sobre economía eran tan paupérrimos que podía exigir que los nuevos nacidos, tendrían ya por el hecho de ser peruanos poseer algún derecho a una prerrogativa y favor del estado, y que el mismo tenía que asumir su sustento, hecho grave ya que la riqueza necesaria para la alimentación y desarrollo de personas se crea en el mercado a través del ingenio, pericia o creatividad en el ejercicio de un trabajo por cada individuo, y no por decreto del estado, ya que si se sigue de ésa manera es un expolio hacia alguien desconocido, que tiene que ser privado de parte de su trabajo honradamente ganado y que contribuye al estado mediante sus impuestos para recibir un servicio , y ¿para qué? ,para que se termine manteniendo a quienes no generan riqueza para los demás y mucho menos para ellos mismos . Máxime , peor aún se acostumbra a que eso sea una filosofía de vida. La filosofía de vivir a costa de otros.
A éstas alturas recordaba la idea central del estado, y su papel en la vida de cada ciudadano. Si es que éste puede evitar que yo sea dañino a la sociedad mediante su aparato de coerción y compulsión, actúa correctamente y legítimamente , pero , no me puede obligar a ser solidario si no quiero, no me puede obligar a ser bueno o virtuoso, ya que ése es mi problema.
Otro tópico interesante de las alocuciones vertidas en dicho discurso hablaba de poner al Perú en una situación galopante en el contexto internacional y que tenía que asumir una posición dominante dada su historia y su cultura milenarias, como si esas dos premisas, bastarán para hacer que un grupo de personas cambie sus hábitos, y que por el hecho de sentirse privilegiados por haber nacido en un suelo “sagrado”, ya por sí solo eso bastara para generar desarrollo y progreso, error craso ya que éste descansa sobre la iniciativa individual de las personas, por su afán de sobresalir, por progresar y no obedece a ideas colectivas o progreso en masa, pues ése nacionalismo que nos vende el humalismo se sostiene sobre la base de atribuirle una categoría de valor a una circunstancia tan fortuita como el lugar de nacimiento y a los hechos pasados ocurridos en ése lugar y peor aún no teniendo a uno como protagonista directo sino como una suerte de secuela o protagonista indirecto. Hasta aquí todo lo escuchado me pareció una suerte de populismo medio velazquista , enmarañado con la mejor demagogia aprista.
Y para terminar, si éste nacionalismo pretendía reivindicar a aquellos sectores históricamente olvidados es decir los “cobrizos” los habitantes del ande peruano, pues tamaña sorpresa por que difícilmente podía encontrar entre los candidatos del nacionalismo a eximios representantes tanto por su apariencia física como por sus apellidos de abolengo de ésta minoría olvidada y postrada. Por el contrario escuchaba los Mekler por un lado , los Salaverrys hacían eco por otro, los Abugattás, los Torres Caro, los Roca, los Jiménez, los Morey, hasta los más conspícuos líderes estudiantiles marxistas de san marcos a los que había enfrentado en muchas ocasiones hoy eran nacionalistas fanáticos , todos subidos al coche del nacionalismo ,y por el contrario, no encontraba a los Mamanis, ni a los Quispes, ni Condoris y si el lector me permite tampoco a los Quillas.
Al final de todo, me quedó una reflexión la masa que empuja todo éste nacionalismo son los de abajo, los olvidados, seducidos por una idea que no tiene pies ni cabeza, pero ahí están fieles a su Mesías. Pero los que gobernarán si llegan, serán los de siempre los de arriba los mercantilistas, los que necesitan los favores del estado y la ley para acumular su riqueza.
Que fácil les resultó subirse al carro del nacionalismo y ni siquiera tuvieron que mimetizarse pues parece que en los esquemas mentales de los nacionalistas de arriba retumba aquella frase de moda del siglo dieciocho “TODO PARA EL PUEBLO PERO SIN EL PUEBLO”


César León Quillas
Economía – San Marcos